Pero lo que más me gustó de este evento fue justamente, además de la intelección con el público lector, la interlocución que se logró con algunos creadores de historietas de otros países. Tuve la oportunidad de charlar con el canadiense Leif Tande y conocer sus obras llenas de ejercicios narrativos, además editadas por la preciosa y meticulosa editorial
La Pastèque; conocer de primera mano el trabajo del suizo
Alex Baladi y del francés Etienne Davodeau; charlar, alrededor de unas cervezas, con
Favio Zimbres, pieza fundamental del cómic underground brasileño y conocer un poco más acerca de la historieta en su país, tan desconocida para mí; comer en una variada cena de platos peruanos y conversar con
Jorge Pérez-Ruibal y
Jesús Cossio acerca de sus experiencia como dibujantes en el país inca; antojarme de viajar al
Festival de Viñetas con Altura, en La Paz, luego de charlar con el cubano
Frank Arbelo, que se encuentra afincado desde hace unos años en Bolivia; el juego de billar con los italianos Paolo y Bruno; o las charlas, alrededor de una parrillada, con
Ernán Cirianni, más mexicano que argentino,
Ibn Al Rabin, más argentino que suizo, Juan Navarrete, más latinoamericano que mexicano,
Kráneo, de la provincia de Neuquén,
Fabián Zalazar, las dos del apellido con zeta y muy argentino,
Frank López, argentino también pero más loco que todos. Al igual que con muchos otros la conversación fue de lo mejor (con
Otto Zaiser,
Lucas Varela,
Cristian Mallea y la gente de
La Productora en la ciudad de Morón, Cecilia Salguero, Luciano Brom, Thomas Dassance, con los uruguayos y otros más que no me acuerdo), además de las cervezas y los vinos, y que muchas de esas cosas las combinábamos con una muy buena cena y una que otra parrillada, porque en los escasos quince días que estuve en Buenos Aires eso fue lo que más me gusto y lo que creo que mejor saben hacer los argentinos. Ah, pero también gocé mucho con los cómics, por eso para mí el
Segundo Festival Internacional de Historietas de Buenos Aires fue, sobre todo, parrilladas e historietas.